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Nov
Access

Acceso revolucionario:

Wanzl y neXenio lideran el comienzo de una nueva era de sistemas de acceso.

Imagine que está pasando por la zona de entrada de su lugar de trabajo. El sistema de acceso se abre automáticamente, sin la necesidad de verificar una tarjeta ni escanear las venas de la mano, e inmediatamente llama al ascensor para llevarle directamente a su piso. Su oficina le espera. El ordenador se pone en marcha, el termostato se regula en una temperatura agradable y hay café recién hecho, todo por arte de magia. ¿Se trata de ciencia ficción? La Galaxy Gate de Wanzl, junto con el software visionario de neXenio, una nueva startup de Berlín, pone de manifiesto lo cerca que estamos de alcanzar este escenario. La forma en que accedemos a nuestro lugar de trabajo cambiará para siempre.

neXenio se dedica a la investigación y desarrollo de innovaciones en el ámbito de la seguridad digital. Este campo ha crecido rápidamente en los últimos años. Solo en Berlín hay aproximadamente 100 empresas que generan algo menos de 460 millones de euros al año. Para sobrevivir en un sector como este, se requiere tecnología diseñada para el futuro. Por ello, neXenio ha desarrollado un software revolucionario, al igual que para la Galaxy Gate de Wanzl. «Por ejemplo, los sensores de aceleración de teléfonos y relojes inteligentes analizan la manera de caminar de las personas. De esta forma, un teléfono inteligente detecta en todo momento si se encuentra en manos de su dueño o de cualquier otra persona. Un novedoso sistema de comunicación de alta seguridad le indica a la Galaxy Gate quién está solicitando acceso. A continuación, se abre la Galaxy Gate», explica Patrick Hennig, fundador de neXenio. Al analizar la manera de caminar, las firmas en el aire u otros gestos, la Galaxy Gate puede conceder acceso al empleado sin la necesidad de que se produzca contacto. Consiste en un sistema de acceso que no suponga barreras para personas autorizadas, mientras que la entrada sea prácticamente imposible para los no autorizados. «Robar una tarjeta es posible, pero no es factible imitar el comportamiento de una persona. En las pruebas, intentamos imitar el patrón de comportamiento de una persona. Nadie ha logrado obtener acceso no autorizado», asegura Philipp Berger, CTO de neXenio. «Es más, los datos del sensor nunca se intercambian. Ni la Galaxy Gate ni nosotros podemos leer los perfiles de los usuarios. De esta manera, todos los datos quedan en manos del empleado». Se trata de una tecnología pionera que da la bienvenida a una nueva era a usuarios y empresas.

La seguridad y la comodidad, que son los aspectos clave de la Galaxy Gate, se llevan al siguiente nivel con el software de neXenio. «La tecnología se adapta perfectamente a la Galaxy Gate: es absolutamente fiable y fácil de manejar», apunta Andreas Fischer, director de ventas de Wanzl Access Solutions. «Estamos encantados de acompañar en su emocionante camino a esta startup». El elevado estándar de seguridad y privacidad del software ya ha captado la atención de varias grandes empresas, entre ellas un importante proveedor de telecomunicaciones alemán y un grupo inmobiliario multinacional propietario de más de 200 rascacielos famosos. También se están probando otras funciones, ya que no deben dejarse solas en la entrada bajo ningún concepto. «La conexión al IoT (Internet de las cosas) no solo concede al sistema acceso al edificio. En el ámbito industrial, las máquinas detectarán quién las está utilizando. El software también se puede utilizar en otros ámbitos. Sirve incluso de entrenador personal para deportes o de sistema de detección de desmayos con activación automática de una llamada de emergencia», dice Patrick Hennig. «Estábamos buscando un socio innovador para poder implementar todas nuestras ideas, y lo encontramos en Wanzl. Al igual que nosotros, no dejan de desarrollar nuevas ideas y soluciones». A través de su cooperación, Wanzl y neXenio están abriendo un poco más la puerta al futuro. Y quién sabe cuánto tiempo tardarán los empleados en ser recibidos en un lugar de trabajo perfectamente preparado, como por arte de magia.