21
Jul
Retail

Conoce Ulm a través de EDEKA Dörflinger

Wanzl ha diseñado el establecimiento en el nuevo centro comercial de Sedelhöfe

Con el espíritu de Ulm y de sus alrededores y cercanías, el EDEKA Dörflinger, recién abierto en julio, permite a sus clientes hacer las compras en un entorno que emana la esencia de la ciudad por todos sus poros. En esta superficie de venta de 2000 m², se puede experimentar, ver y probar el estilo, la historia y los hitos de Ulm. El entorno comercial de Sedelhöfe, situado entre la zona peatonal y la estación de ferrocarril central, promete una experiencia de compras integral. Esto se debe a que el experto en innovaciones para equipamiento comercial, Wanzl Shop Solutions, combina la tradición regional con la modernidad urbana de una manera única.

Sedelhöfe, un complejo de edificios de reciente construcción situado en la plaza Albert-Einstein, en el corazón de la ciudad, está cargado de historia y simboliza la fusión urbana de los ámbitos de la vida, el trabajo y las compras, además de constituir un emblema para Ulm y ser la puerta de la «Ciudad de las distancias cortas». EDEKA Dörflinger cuenta con una de las mayores superficies comerciales de Sedelhöfe y es el tercer establecimiento de la marca después de las tiendas de Gerstetten y Langenau. El sello de calidad  «El MEJOR de la región» está estampado en todos los establecimientos. «Hemos incorporado el reclamo de la casa Dörflinger a la regionalidad como promesa de calidad como parte de nuestro concepto de tienda», explica Tino Pilharcz, jefe de Key Account Management de EDEKA National de Wanzl.

«Muchos productos de nuestro surtido provienen de la zona de Ulm. Nuestro objetivo era integrar el color local también en el diseño de la tienda para que el cliente se sienta como en casa al hacer las compras». El diseño presenta tonos claros, mientras que materiales como la madera, la piedra y el ladrillo crean una atmósfera relajada que intercala a intervalos regulares el blanco y el negro, colores típicos de la ciudad. Asimismo, en su decoración integra algunos de los emblemas de Ulm, como su famosa catedral.

Imitando el estilo del mercado que tiene lugar todas las semanas en Münsterplatz, la sección de frutas y verduras se centra en el origen local de los productos. La fruta y verdura recién cosechada se presenta de manera apetitosa en cajas de madera rústicas dispuestas debajo de toldos verdes y blancos, de manera que invita a los clientes a llenar sus bolsas de ella. La tarea es sencilla gracias a la solución flexible y personalizada de Wanzl, similar a la de un puesto de mercado. Las cajas de madera apiladas y las cestas de mimbre añaden un toque rural a la experiencia. Las paredes están diseñadas en ladrillo rojo para recordar a la antigua muralla de la ciudad.

Los grandes cristales crean una sensación de espacio abierto y luminoso. La frescura es otro de los aspectos que distinguen el puesto de sushi integrado, donde el kimchi, el sashimi y el maki, expuestos bajo el lema «Fresh. Sushi. Asian» («Fresco. Sushi. Asiático»), se preparan allí mismo en vivo. El frontal del mostrador, que está fabricado en madera maciza y acero negro, también encaja armoniosamente en el concepto global.

Para no olvidar que nos encontramos a orillas del Danubio, a continuación nos encontramos ante el mostrador de pescado. Según explica Tino Pilharcz: «Para el mostrador, nos inspiramos en el diseño del famoso Ulmer Schachtel, un barco de madera tradicional que se usaba para el transporte en el Danubio en el Ulm medieval.

La parte frontal del mostrador presenta las rayas blancas y negras que caracterizaban la proa del Ulmer Schachtel. Para dar al entorno del barco un aspecto más refinado, hemos añadido remos de madera y viejas linternas de barco en la pared». En el techo blanco, que desprende una brillante iluminación, que conecta los mostradores de pescado, carne, charcutería y queso, se ha integrado otro elemento decorativo muy distintivo de la ciudad: «El gorrión es el símbolo de Ulm. Cuenta la leyenda que, durante la construcción de la Catedral de Ulm, volaba con una ramita en su pico atravesando la puerta de la ciudad por delante de los trabajadores. Todo lo demás es historia», sonríe Pilharcz.

«Es por ello que no queríamos dejar fuera al gorrión de Ulm. Hemos colgado figuras de gorriones del techo para que parezca que vuelan por el recinto». También se utilizan con el fin de adaptar un hito urbano para la transición del mostrador de quesos al de charcutería: a la altura del techo con un fondo blanco, hay un pictograma negro de la torre del carnicero de Ulm adornando la pared.

En el «bistró» adyacente, las lámparas colgantes negras resaltan con éxito la madera clara del mostrador y la pared. A un lado del mostrador, hay una mesa de madera maciza y elegantes sillas de estilo bistró que invitan a la clientela a sentarse. La separación de espacios se consigue a través de discretos azulejos verdes, que dan, además, un toque de color hogareño. El bistró irradia una atmósfera acogedora mediante su cálida decoración y la gran pizarra con inscripciones y dibujos de café expreso, café con leche y otras especialidades. En el suelo hay dos grandes elementos con forma de barril de licor rústico que marcan la transición a la sección de bebidas.

El variado surtido de vinos se presenta ante los clientes del EDEKA Dörflinger de manera especial: barriles de vino de madera dispuestos en grandes estantes de acero negro, imitando la atmósfera de una bodega tradicional. Por su parte, las botellas parecen flotar literalmente en el sistema de estanterías de filigrana de Wanzl. En el centro de la sala la estrella es una columna de piedra natural con el pictograma de la Torre de los Carniceros de Ulm, que parece casi tridimensional y constituye un telón de fondo ideal para los vinos más refinados, que se disponen alrededor de la torre en cajas grandes y estantes de madera.

«Este tipo de presentación del producto se llama puesta en escena», apunta Pilharcz. «La Torre de los Carniceros es un atractivo en sí mismo, y los vinos simplemente adquieren un efecto muy especial cuando se colocan en pedestales en el centro de la sección». El fondo rojo continuo de la pared de ladrillos se funde ahora en un fondo beige, de nuevo con los monumentos de Ulm.

La zona del «Unverpackt» («a granel») es el punto culminante, donde las letras blancas destacan con claridad sobre la pared de ladrillo rojo, que además está iluminada por un foco. Este sutil concepto de iluminación también se utiliza en otras secciones del EDEKA Dörflinger. En la sección a granel, la regionalidad se funde con el espíritu de la época moderna y la sostenibilidad. Los cereales, los frutos secos, el muesli y los dulces se alinean de manera consecutiva en grandes dispensadores transparentes que permiten llenar recipientes reutilizables allí mismo para evitar generar residuos plásticos.

Por último, la época contemporánea llega con la sección de envases vacíos. La pared de ladrillo está decorada con modernos grafitis de colores vivos. En este entorno, hasta la caja de extinción de incendios se convierte en un elemento decorativo, que junto con el grafiti rompe el encanto rústico de la pared de ladrillo, adelantando la historia de la ciudad hasta el presente. Incluye un diseño pulverizado de estilo «urbano» con flechas de colores que señalan el camino hacia el depósito de envases vacíos. La sección de cosmética también tiene un aspecto contemporáneo y está decorada con los colores típicos de Ulm. El diseño de las columnas revestidas en blanco y las luces colgantes recuerda a una elegante estancia de alguna vivienda tradicional de Ulm. Los frascos, cremas y tubos están presididos por un espejo de maquillaje enmarcado por esferas luminosas alberga el retrato de una dama.

Finalmente, la zona de caja sigue de aspecto moderno combina a la perfección con el esquema de colores: las tuberías grandes, los elementos de rejilla y el acero negro característico del diseño industrial dan lugar a una atmósfera de urbanidad, que se ve reforzada por el concepto de iluminación futurista. Las lámparas colgantes y redondas proporcionan una luz fría y tienen una apariencia casi esférica con respecto al techo. La siempre frecuentada y tumultuosa zona del punto de venta adquiere una estética tranquila a través del diseño en bloque de las cajas individuales, pasillos amplios y una ruta bien definida. Para culminar, el frontal de la zona de cajas presenta nuevamente una fotografía de la Catedral de Ulm en blanco sobre fondo negro.

En la zona de pago automático, saluda al cliente el hijo pródigo de la ciudad: Albert Einstein, quien nació en Sedelhöfe y es quien da nombre a la plaza. Su retrato se muestra junto a su famosa teoría de la relatividad en una gran pizarra negra.

Los clientes del EDEKA Dörflinger visitan así un formato de tienda único en el que Wanzl adapta la historia de la ciudad con un toque moderno, un homenaje a Ulm y a sus muchas facetas, que encuentra en Sedelhöfe un lugar digno como nueva puerta de la ciudad.